Phillip Morris
2016-03-14 00:14:32 UTC
Blog / Francois Houtart
LOS BRICS, UN PROYECTO ANTIHEGEMÓNICO
PERO NO ANTICAPITALISTA 0
Los cinco países llamados "emergentes", es decir, China,
India, Rusia, Brasil y África del Sur, forman un bloque
importante a escala mundial. Su peso demográfico alcanza
a 2.926 millones de personas, siendo el 42% de la población
mundial y su PIB representaba en 2013 algo más de 15
billones de dólares (15 x 1012), es decir el 21,6% del PIB
mundial. Su reserva de divisas es estimada en 5,25 billones
de dólares (5,25 x 1012), de los cuales 4 billones corres-
ponden solamente a China.
Esta categoría de emergentes es sin embargo, muy arbitraria,
aun si ella se traduce de esta manera entre los contactos
oficiales entre los dirigentes de los países citados para deter-
minar ciertas políticas comunes. ¿Por qué no incluye en este
grupo a México, Argentina, Nigeria, Indonesia y Corea del
Sur? Se obtendrían cifras aún más impresionantes sobre el
peso de estas naciones a escala mundial. Sin embargo, se
puede hablar de un nuevo motor potencial de la economía,
que comienza desde el Sur.
Un evento de esta dimensión no está desvinculado de una
dimensión geopolítica. La guerra fría se caracterizaba por
una fuerte dimensión ideológica: el mundo capitalista versus
el mundo socialista, aún si dimensiones nacionalistas y de
poder regional estaban bien presentes. Hoy día, la lucha por
la hegemonía mundial dentro de la economía de mercado
se manifiesta como el deseo de crear varios polos
económico-geográficos, en particular frente a un mundo
unipolar bajo la dominación de la "triada" (Estados Unidos,
Unión Europea y Japón).
La estrategia estadounidense consiste en favorecer el
desmantelamiento de sus adversarios potenciales. Europa
quiere penetrar los márgenes de la zona de influencia rusa.
Para constituir un mundo multipolar, Rusia y China cons-
tituyen una alianza del petróleo y del gas y realizan sus
intercambios económicos fuera del dólar americano.
Saliendo poco a poco del Medio Oriente, por disminución
del rol que esta región tiene dentro de la producción de
fuentes de energía, los Estados Unidos refuerzan su presen-
cia militar en el Pacífico. China, para defenderse de un
cercado progresivo, afirma su soberanía sobre islas en el
mar de China, reivindicadas por Japón, Corea del Sur,
Vietnam y Filipinas.
En América Latina, el nacimiento de los BRICS es una
oportunidad para dar más fuerza a sus proyectos de inte-
gración en la tradición de Bolívar y de poner fin a la
doctrina Monroe.
Se construye así realmente un nuevo polo y en la Confe-
rencia de Fortaleza (Brasil), una nueva dinámica se inició,
con proyectos de infraestructura, facilidades de crédito e
intercambios de conocimientos. En enero de 2015, hubo
en Pekín una reunión entre China y la CELAC, donde se
amplió la cooperación de las áreas de inversión (250 mil
millones de dólares en 10 años) y Tecnología en temas de
seguridad y defensa y también a una coordinación estra-
tégica sobre asuntos internacionales.
Sin embargo, estos pasos se realizan sin transformación
de la filosofía del desarrollo. Crecimiento, intercambios
comerciales, prosperidad son propuestos con poca preo-
cupación para sus costes ecológicos y sociales.
Por otra parte, los BRICS, están firmemente apuntalados
en la economía capitalista dominante[1]. Basta con citar
algunos hechos. Sus reservas monetarias están todavía
constituidas mayoritariamente por el dólar, hasta el punto
de poseer una parte importante de la deuda exterior de los
Estados Unidos y, por tanto, indirectamente, de contribuir
a mantener el sistema.
La "reprimarización" de continentes tales como África
y América Latina, cada vez más, productores de materias
primas y de productos agrícolas, ubica a estos últimos
en una posición de debilidad en la división internacional
del trabajo, aun si la coyuntura de los precios les ha sido
favorables en el curso de los últimos 15 años. Ya, desde
2013, la coyuntura empezó a cambiar, poniendo países
como Venezuela, Brasil y Ecuador en dificultad.
La liberación del comercio ha reforzado el fenómeno de
las ventajas comparativas, que por una parte beneficia a
los numerosos países del sur que sobreexplotan su mano
de obra y que son poco respetuosos del medio ambiente;
pero,por otra, esta liberalización del comercio permite
también a los países del norte deslocalizar su producción
para responder a la baja del porcentaje de ganancia del
capital productivo interno e inundar los países del sur con
sus excedentes agrícolas en detrimento de los agricultores
locales.
En el plano financiero, la dependencia es también evidente.
Así, la política de la reserva federal americana, que tiene
como objetivo aumentar las tasas de interés a largo plazo,
ha tenido por efecto, entre enero y agosto de 2012, una
disminución del valor de la moneda de diversos países
emergentes: África del Sur, -20%; India, -17.2%; Brasil,
-17.4%; Rusia, -8.4%[2]. Solamente la China, con su
enorme capacidad productiva y la importancia de sus
importaciones, ha logrado resistir mejor este fenómeno.
Sin embargo, este país ha aumentado su participación en
los bonos del tesoro de los Estados Unidos, es decir como
poseedor de la deuda americana, pasando de 1.268 billones
de dólares en agosto de 2013 a 1.293 billones de dólares
en septiembre del mismo año, es decir 27.8% del total de
la participación extranjera[3].
Hoy, cuando se habla de los países emergentes, y aún
más cuando se habla del conjunto de los países del sur,
es importante tener en cuenta su profunda integración
en la economía mundial capitalista y el débil margen de
maniobra del que disponen para formar un polo autóno-
mo de desarrollo. Sin embargo, la crisis actual y su
carácter estructural crean condiciones nuevas que se
deben aprovechar.
Los BRICS han puesto en funcionamiento un meca-
nismo de desconexión financiera.
Se trata del "Contingente de Reservas" (CRA), cons-
tituido por 41.000 millones de dólares aportados por
China, 18.000 millones por India, 18.000 millones por
Brasil y 5.000 millones por África del Sur. Frente a los
5 billones de divisas de los que disponen, las cifras
anteriores son evidentemente irrisorias, pero el monto
podría aumentar. El proyecto es crear un banco de los
BRICS para administrar estos fondos.
Los acuerdos de ChienMai (Tailandia) que reúnen a Japón,
Corea del Sur, China y 10 países de la ASEAN, son más
antiguos y han permitido la creación de un fondo de
120.000 millones de dólares, ampliados en 2012 a 240.000
millones de dólares. Debemos también señalar al grupo de
Shanghái, en el cual participa también Rusia y que se enfoca
en los intercambios monetarios en las monedas respectivas.
En América Latina se han realizado esfuerzos similares,
como el Mercosur entre Brasil, Argentina, Uruguay,
Paraguay y Venezuela. Esto a pesar de que los intereses
políticos y económicos divergentes han impedido un rápido
arranque. Sin embargo, el Banco del Sur ha sido establecido
entre estos países, abierto a otros en el continente. Una mo-
neda de intercambio ha sido creada, el "SUCRE", permitiendo
a las transacciones escapar del dólar, pero por ahora no se
trata sino de intercambios anuales de algunos miles de millones
de dólares.
Todo esto se inscribe en una lógica de relativa autonomía con
relación a la moneda americana, como lo había recomendado
la comisión Stiglitz, en 2009, que planteó que en el marco del
Fondo Monetario Internacional, los países del sur pudieran
acceder más a menudo a los derechos de tiraje especial.
Es un hecho positivo que se constituya un polo anti-hegemó-
nico, pero evidentemente, el Sur está aún lejos de una gran
transformación que le permitiría liberarse del dominio del
capital monopólico.
[1] Jorge Beinstein, Origen y declinación del capitalismo,
Jornada internacional "Chávez Siempre", Maracay, 23.05.13.
[2] Las economías emergentes en la tormenta financiera,
Le Monde, 23.08.13.
[3] Reporte sobre el capital internacional del Tesoro de los
Estados Unidos, citado por Argenpress, No. 521 (Noviembre
de 2013).
Este contenido ha sido publicado originalmente por teleSUR
bajo la siguiente dirección:
http://www.telesurtv.net/bloggers/Los-BRICS-un-proyecto-antihegemonico-pero-no-anticapitalista-20160313-0004.html.
Si piensa hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y
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tomado este contenido. www.teleSURtv.net
-o0o-
LOS BRICS, UN PROYECTO ANTIHEGEMÓNICO
PERO NO ANTICAPITALISTA 0
Los cinco países llamados "emergentes", es decir, China,
India, Rusia, Brasil y África del Sur, forman un bloque
importante a escala mundial. Su peso demográfico alcanza
a 2.926 millones de personas, siendo el 42% de la población
mundial y su PIB representaba en 2013 algo más de 15
billones de dólares (15 x 1012), es decir el 21,6% del PIB
mundial. Su reserva de divisas es estimada en 5,25 billones
de dólares (5,25 x 1012), de los cuales 4 billones corres-
ponden solamente a China.
Esta categoría de emergentes es sin embargo, muy arbitraria,
aun si ella se traduce de esta manera entre los contactos
oficiales entre los dirigentes de los países citados para deter-
minar ciertas políticas comunes. ¿Por qué no incluye en este
grupo a México, Argentina, Nigeria, Indonesia y Corea del
Sur? Se obtendrían cifras aún más impresionantes sobre el
peso de estas naciones a escala mundial. Sin embargo, se
puede hablar de un nuevo motor potencial de la economía,
que comienza desde el Sur.
Un evento de esta dimensión no está desvinculado de una
dimensión geopolítica. La guerra fría se caracterizaba por
una fuerte dimensión ideológica: el mundo capitalista versus
el mundo socialista, aún si dimensiones nacionalistas y de
poder regional estaban bien presentes. Hoy día, la lucha por
la hegemonía mundial dentro de la economía de mercado
se manifiesta como el deseo de crear varios polos
económico-geográficos, en particular frente a un mundo
unipolar bajo la dominación de la "triada" (Estados Unidos,
Unión Europea y Japón).
La estrategia estadounidense consiste en favorecer el
desmantelamiento de sus adversarios potenciales. Europa
quiere penetrar los márgenes de la zona de influencia rusa.
Para constituir un mundo multipolar, Rusia y China cons-
tituyen una alianza del petróleo y del gas y realizan sus
intercambios económicos fuera del dólar americano.
Saliendo poco a poco del Medio Oriente, por disminución
del rol que esta región tiene dentro de la producción de
fuentes de energía, los Estados Unidos refuerzan su presen-
cia militar en el Pacífico. China, para defenderse de un
cercado progresivo, afirma su soberanía sobre islas en el
mar de China, reivindicadas por Japón, Corea del Sur,
Vietnam y Filipinas.
En América Latina, el nacimiento de los BRICS es una
oportunidad para dar más fuerza a sus proyectos de inte-
gración en la tradición de Bolívar y de poner fin a la
doctrina Monroe.
Se construye así realmente un nuevo polo y en la Confe-
rencia de Fortaleza (Brasil), una nueva dinámica se inició,
con proyectos de infraestructura, facilidades de crédito e
intercambios de conocimientos. En enero de 2015, hubo
en Pekín una reunión entre China y la CELAC, donde se
amplió la cooperación de las áreas de inversión (250 mil
millones de dólares en 10 años) y Tecnología en temas de
seguridad y defensa y también a una coordinación estra-
tégica sobre asuntos internacionales.
Sin embargo, estos pasos se realizan sin transformación
de la filosofía del desarrollo. Crecimiento, intercambios
comerciales, prosperidad son propuestos con poca preo-
cupación para sus costes ecológicos y sociales.
Por otra parte, los BRICS, están firmemente apuntalados
en la economía capitalista dominante[1]. Basta con citar
algunos hechos. Sus reservas monetarias están todavía
constituidas mayoritariamente por el dólar, hasta el punto
de poseer una parte importante de la deuda exterior de los
Estados Unidos y, por tanto, indirectamente, de contribuir
a mantener el sistema.
La "reprimarización" de continentes tales como África
y América Latina, cada vez más, productores de materias
primas y de productos agrícolas, ubica a estos últimos
en una posición de debilidad en la división internacional
del trabajo, aun si la coyuntura de los precios les ha sido
favorables en el curso de los últimos 15 años. Ya, desde
2013, la coyuntura empezó a cambiar, poniendo países
como Venezuela, Brasil y Ecuador en dificultad.
La liberación del comercio ha reforzado el fenómeno de
las ventajas comparativas, que por una parte beneficia a
los numerosos países del sur que sobreexplotan su mano
de obra y que son poco respetuosos del medio ambiente;
pero,por otra, esta liberalización del comercio permite
también a los países del norte deslocalizar su producción
para responder a la baja del porcentaje de ganancia del
capital productivo interno e inundar los países del sur con
sus excedentes agrícolas en detrimento de los agricultores
locales.
En el plano financiero, la dependencia es también evidente.
Así, la política de la reserva federal americana, que tiene
como objetivo aumentar las tasas de interés a largo plazo,
ha tenido por efecto, entre enero y agosto de 2012, una
disminución del valor de la moneda de diversos países
emergentes: África del Sur, -20%; India, -17.2%; Brasil,
-17.4%; Rusia, -8.4%[2]. Solamente la China, con su
enorme capacidad productiva y la importancia de sus
importaciones, ha logrado resistir mejor este fenómeno.
Sin embargo, este país ha aumentado su participación en
los bonos del tesoro de los Estados Unidos, es decir como
poseedor de la deuda americana, pasando de 1.268 billones
de dólares en agosto de 2013 a 1.293 billones de dólares
en septiembre del mismo año, es decir 27.8% del total de
la participación extranjera[3].
Hoy, cuando se habla de los países emergentes, y aún
más cuando se habla del conjunto de los países del sur,
es importante tener en cuenta su profunda integración
en la economía mundial capitalista y el débil margen de
maniobra del que disponen para formar un polo autóno-
mo de desarrollo. Sin embargo, la crisis actual y su
carácter estructural crean condiciones nuevas que se
deben aprovechar.
Los BRICS han puesto en funcionamiento un meca-
nismo de desconexión financiera.
Se trata del "Contingente de Reservas" (CRA), cons-
tituido por 41.000 millones de dólares aportados por
China, 18.000 millones por India, 18.000 millones por
Brasil y 5.000 millones por África del Sur. Frente a los
5 billones de divisas de los que disponen, las cifras
anteriores son evidentemente irrisorias, pero el monto
podría aumentar. El proyecto es crear un banco de los
BRICS para administrar estos fondos.
Los acuerdos de ChienMai (Tailandia) que reúnen a Japón,
Corea del Sur, China y 10 países de la ASEAN, son más
antiguos y han permitido la creación de un fondo de
120.000 millones de dólares, ampliados en 2012 a 240.000
millones de dólares. Debemos también señalar al grupo de
Shanghái, en el cual participa también Rusia y que se enfoca
en los intercambios monetarios en las monedas respectivas.
En América Latina se han realizado esfuerzos similares,
como el Mercosur entre Brasil, Argentina, Uruguay,
Paraguay y Venezuela. Esto a pesar de que los intereses
políticos y económicos divergentes han impedido un rápido
arranque. Sin embargo, el Banco del Sur ha sido establecido
entre estos países, abierto a otros en el continente. Una mo-
neda de intercambio ha sido creada, el "SUCRE", permitiendo
a las transacciones escapar del dólar, pero por ahora no se
trata sino de intercambios anuales de algunos miles de millones
de dólares.
Todo esto se inscribe en una lógica de relativa autonomía con
relación a la moneda americana, como lo había recomendado
la comisión Stiglitz, en 2009, que planteó que en el marco del
Fondo Monetario Internacional, los países del sur pudieran
acceder más a menudo a los derechos de tiraje especial.
Es un hecho positivo que se constituya un polo anti-hegemó-
nico, pero evidentemente, el Sur está aún lejos de una gran
transformación que le permitiría liberarse del dominio del
capital monopólico.
[1] Jorge Beinstein, Origen y declinación del capitalismo,
Jornada internacional "Chávez Siempre", Maracay, 23.05.13.
[2] Las economías emergentes en la tormenta financiera,
Le Monde, 23.08.13.
[3] Reporte sobre el capital internacional del Tesoro de los
Estados Unidos, citado por Argenpress, No. 521 (Noviembre
de 2013).
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http://www.telesurtv.net/bloggers/Los-BRICS-un-proyecto-antihegemonico-pero-no-anticapitalista-20160313-0004.html.
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